La importancia de un empleo digno

Muchas veces surgen debates y acaloradas discusiones alrededor del concepto de “trabajo”. Si los hombres y las mujeres cobran lo mismo; si la gente que no trabaja no lo hace porque no quiere; si está mal o bien que un empleador pueda despedir a un empleado si no está conforme con su desempeño. En muchas cosas podemos no estar de acuerdo o tener opiniones cruzadas. Pero hay un punto en lo que la mayoría vamos a concordar: el trabajo dignifica. Trabajar para sostenerse a uno mismo y poder proveer para las necesidades de la propia familia; poseer independencia financiera y la capacidad de proyectar y desarrollarse tanto personal como profesionalmente nos hace sentir plenos, útiles y motivados.

Los beneficios de poseer un trabajo estable son muchos:

  1. Estabilidad económica: El trabajo proporciona ingresos regulares que nos permiten cubrir nuestras necesidades básicas, como alimentos, vivienda y atención médica. Esto brinda seguridad financiera y reduce la ansiedad relacionada con las preocupaciones económicas.
  2. Desarrollo profesional: Trabajar nos brinda la oportunidad de adquirir nuevas habilidades y conocimientos, así como de avanzar en nuestra carrera. Esto puede aumentar las perspectivas de futuro y abrir puertas para oportunidades de crecimiento.
  3. Sentido de propósito: El trabajo puede proporcionar un propósito y significado a nuestra vida al permitirnos contribuir con la sociedad y hacernos sentir útiles. Tener metas laborales puede mejorar nuestra motivación y satisfacción personal.
  4. Sociabilidad En el entorno laboral, establecemos conexiones con compañeros, empleadores y clientes. Estas conexiones pueden ser valiosas para nuestra carrera y nuestra vida personal, proporcionándonos apoyo, consejos y oportunidades futuras.
  5. Salud mental y emocional: La estructura y el sentido de logro que proviene del trabajo pueden contribuir a una salud mental positiva. El trabajo también proporciona un entorno social que puede reducir el aislamiento y la soledad.
  6. Desarrollo personal: A través del trabajo, podemos enfrentar desafíos, aprender a tomar decisiones y resolver problemas. Estos son aspectos cruciales para el crecimiento personal y la autodisciplina.
  7. Independencia financiera: El trabajo nos brinda la capacidad de tomar decisiones financieras y controlar nuestra vida económica. Esto nos permite alcanzar metas y objetivos personales a largo plazo.
  8. Beneficios adicionales: El acceso a beneficios como la obra social, las vacaciones pagas, la jubilación y diferentes prestaciones que se pueden conseguir a través de un trabajo estable nos permiten mejorar la calidad de vida.

Trabajar no solo proporciona ingresos, sino que también puede tener un impacto significativo en nuestro desarrollo personal, emocional y profesional. Estos beneficios ayudan a construir una vida más equilibrada y satisfactoria.

Lamentablemente en Argentina debido a innumerables crisis económicas, políticas, sociales y hasta culturales, son cada vez menos las personas que pueden acceder a un trabajo digno. La cantidad de desempleo es mucha y sigue en aumento, y esto parece agravarse cuando se tiene en cuenta la deserción escolar y el aumento de la indigencia.

Según estudios del INDEC, más de la mitad de la población argentina está desocupada. Dentro de este número hay diversas situaciones; jóvenes que se dedican a estudiar y son sostenidos por su familia; jubilados y pensionados, personas con trabajo informal que no son cuantificadas, entre otros. Sin embargo, no deja de ser un número muy alto y permite ver que el desempleo en Argentina es una problemática preocupante.

Ante este panorama desalentador en el año 2016 surgió un interesante e innovador proyecto que intenta Lograr la salida de la pobreza definitiva de las personas y familias en situación de vulnerabilidad sociohabitacional a través de la inclusión laboral.*

Cultura de Trabajo nació como un proyecto de investigación universitario, y se convirtió en una fundación que ya ha logrado la incorporación laboral de más de 345 personas. Se dedica a la intermediación laboral y busca darle oportunidades de acceso a un trabajo estable a todas aquellas personas que necesitan y desean trabajar. Para esto ha desarrollado un sistema completo y efectivo que ofrece diferentes herramientas y servicios a los miembros de la comunidad que necesitan un empleo.

Gran parte de la población desempleada jamás ha elaborado un curriculum y nunca ha asistido a una entrevista de trabajo. Además, muchos se encuentran en situación de calle y no tienen medios de contacto para ofrecer. Para estas personas es sumamente difícil siquiera aspirar a conseguir un empleo que los saque de su estado de vulnerabilidad. 

Cultura de Trabajo responde a estas complejas problemáticas. Ofrece un acompañamiento pre inserción laboral, mediante el cual ayuda a los beneficiarios en las diferentes etapas previas a la obtención del trabajo. Los asiste para a elaborar un curriculum; presenta el curriculum en diferentes empresas o particulares interesados; y provee asesoramiento para las entrevistas, vestimenta, celulares, herramientas de trabajo y viáticos. Además, la fundación ofrece un acompañamiento post inserción laboral, a través del cual se mantiene en contacto con los beneficiarios luego de su contratación y se los incentiva a mantener su trabajo y avanzar con sus estudios.

Parte del trabajo de la fundación consiste en conseguir vacantes por parte de empresas o particulares. Es un desafío lograr que accedan a la posibilidad de contratar personas que no tienen estudios secundarios o que no tienen un domicilio para declarar debido a que se encuentran en situación de calle. Por eso la fundación trabaja arduamente para conseguir vacantes y para asistir a los beneficiarios en todo el proceso de contratación.

Además, normalmente la población con la cual la fundación trabaja es extremadamente vulnerable y la falta de empleo es solo una de las aristas de su compleja situación. Muchos enfrentan problemas familiares, son víctimas de violencia, o están inmersos en adicciones.

Todas estas realidades representan enormes desafíos a la fundación, que en el año 2022 logró que 80 beneficiaros consiguieran trabajo y tiene como meta hacer lo mismo con 100 personas en el 2023.

UNA HISTORIA INSPIRADORA

Alejandro trabajaba como guía turístico en Caballito; pero durante la pandemia se quedó sin trabajo y al poco tiempo sin un lugar para vivir. Cultura de trabajo conoció su historia a través de una jornada de entrevistas masivas. Desde el primer momento, la fundación se propuso ayudarlo a revertir su situación. Fue complicado mantener el contacto porque no tenía celular y se estaba hospedando en un hogar muy masivo, pero realmente se esforzó durante todo el proceso y la fundación pudo vincularlo con una empresa que lo contrató. Hace más de dos años que Alejandro tiene un trabajo en blanco que lo ayudó a salir de su situación de calle y le permite sostenerse día a día.

Esta es solo una historia de las muchas que Cultura de Trabajo ayuda a construir. Todos como sociedad crecemos si logramos que cada persona que necesita y quiere trabajar pueda gozar de un empleo que le permita acceder a los beneficios de los que hablábamos al principio. Si te interesa colaborar con la fundación, podés hacerlo invitando a empresas o particulares a sumarse, dando a conocer el proyecto a quienes puedan ser beneficiados por él, o a través de diferentes tipos de donaciones a través de este enlace.

*Declaración de Misión de Cultura de Trabajo – https://www.culturadetrabajo.org.ar/quienessomos

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