El fin de año siempre llega con una mezcla de emociones. Por un lado, aparece el cansancio acumulado, las responsabilidades que parecen cerrarse todas juntas y esa sensación de que el tiempo pasó volando. Por otro, surge la oportunidad de detenerse un momento para mirar hacia atrás, valorar el camino recorrido y proyectar lo que viene. Hacer un balance no es simplemente repasar lo que pasó, sino darle un sentido a nuestra historia personal.
En el Ejército de Salvación vemos cada cierre de año como un regalo: la posibilidad de agradecer. Agradecer lo bueno, lo que salió como esperábamos, pero también aquello que nos hizo crecer aunque haya dolido. Vos, como todos, enfrentaste desafíos, decisiones difíciles, momentos de incertidumbre. Sin embargo, acá estás, cerrando un nuevo capítulo, con aprendizajes que quizás todavía ni terminaste de reconocer.
Tomarte un tiempo para escribir, pensar o hablar con alguien de confianza puede ayudarte a ordenar las ideas. ¿Qué te sorprendió este año? ¿Qué te dio alegría? ¿Qué te costó más de lo esperado? ¿En qué creciste? No hace falta que todo haya salido perfecto. La vida no se mide solo en éxitos, sino en pasos hacia adelante, incluso pequeños.
También es un buen momento para agradecer a las personas que estuvieron a tu lado: familia, amistades, compañeros de trabajo o de comunidad. A veces damos por sentado esos vínculos que nos sostienen, pero el cierre del año es ideal para decir “gracias” de verdad.
Finalmente, pensar en el año que viene no tiene por qué ser una presión. No se trata de llenarse de metas imposibles, sino de elegir con calma qué querés seguir construyendo. Quizás tu meta sea descansar mejor, pasar más tiempo con tus seres queridos, acercarte a Dios, involucrarte en alguna acción solidaria o simplemente animarte a pedir ayuda si la necesitás.
El balance de fin de año es un acto de amor propio. Te permite reconocer que hiciste lo que pudiste con lo que tenías, y que lo que viene puede ser aún mejor. Que este cierre te encuentre en paz, valorando lo vivido y renovando la esperanza para lo que viene.
