La mayoría de nosotros sentimos empatía por las personas que pasan necesidad. No nos es indiferente el dolor ajeno y cuando vemos a otras personas sufrir y padecer nos sentimos conmovidos. Sin embargo, muchas veces esto queda confinado al plano emocional. Nuestro “compromiso” es lo suficientemente fuerte como para hacernos volcar algunos comentarios cargados de sentimiento en redes sociales o compartir alguna publicación en nuestro estado; pero no es tan profundo como para llevarnos a arremangarnos la camisa y entrar en acción.
Por lo general, esto se debe a un obstáculo común que nos atraviesa a casi todos los que integramos el ecosistema social actual: falta de tiempo. Vivimos ocupados, corriendo, con mil cosas para hacer, y nos encantaría poder dedicar algo de tiempo para alguna causa noble, pero no tenemos suficiente. Y aunque probablemente sea cierto que la gran mayoría de las personas vivimos con el tiempo justo para cada día, es probable que el hecho de que esto nos impida ayudar a otros tenga más que ver con el orden de nuestras prioridades. Por lo general, uno encuentra tiempo para aquello que considera importante. Todos tenemos la misma cantidad de horas en nuestro reloj, y la misma cantidad de días en nuestro almanaque, pero cada uno decide de manera particular en qué invertirá este invaluable tesoro.
Un ejemplo de esto es lo que sucede en la provincia Argentina de Chaco, en donde funciona una Asociación Civil llamada Cuerpo y Alma. Está conformada por médicos, odontólogos y ayudantes voluntarios que decidieron invertir su tiempo en suplir una profunda necesidad. Son personas ocupadas, con familias, profesiones y agendas llenas; pero que encontraron la manera de hacer espacio en su vida para “brindar asistencia y educación para la salud a comunidades vulnerables del norte argentino.”
¿De qué se trata?
Frecuentemente solo se sabe lo que ocurre en las ciudades más pobladas o mediáticas de los países. En Argentina, por ejemplo, las noticias que transmiten los medios de comunicación suelen ser sobre lo que sucede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (capital del país) o a lo sumo Córdoba Capital o Rosario (dos localidades muy importantes). Pero… ¿qué hay del resto de Argentina? ¿qué sucede con las provincias del sur? ¿y los pueblitos del norte? ¿qué pasa con el centro, las ciudades que bordean la cordillera o la costa atlántica menos turística? Esos lugares no suelen ser tenidos en cuenta y, si no residimos en ellos, poco sabemos de las realidades que allí se viven.
La provincia de Chaco es una de aquellas de las que apenas se habla. No es de las más populares ni turísticas, y no suele estar en la boca de los medios a menos que se esté hablando de vulnerabilidad o indigencia. Es la provincia más pobre de Argentina, con alrededor de un 51% de sus habitantes viviendo bajo la línea de la pobreza según datos oficiales del INDEC. En Chaco existen decenas de pueblitos que viven en condiciones muy precarias; que no tienen acceso a agua potable, ni a servicios de salud o educación. Además, muchos de los jóvenes que apuestan por estudiar una carrera, una vez recibidos deciden emigrar hacia horizontes que les ofrezcan más oportunidades, por lo cual la provincia se encuentra desprovista de profesionales en muchas áreas importantes, incluyendo la salud.
Esta realidad fue la que vieron los miembros de Cuerpo y Alma, y frente a tal necesidad, decidieron hacer algo al respecto. Por este motivo, desde el año 2005, trabajan para prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades, sobre todo aquellas que causan mortandad en la zona. La sede principal de la asociación civil está en Buenos Aires, donde reside la gran mayoría de los miembros. El hecho de que todos los que conforman la asociación tengan sus respectivas ocupaciones, profesiones y familias, los empujó a elaborar un sistema que les permite alcanzar los objetivos sin descuidar el resto de las áreas de su vida. En vez de convertirse en una excusa, esta situación funcionó como un medio que desembocó en un método. Por este motivo, su forma de trabajar es a través de viajes periódicos de alto impacto mediante los cuales llegan a diferentes puntos recónditos de la provincia de Chaco y Santiago del Estero. De estos viajes participan pediatras, ginecólogos, clínicos, oftalmólogos, otorrinolaringólogos, cardiólogos, neurólogos, dermatólogos, gastroenterólogos, psiquiatras, traumatólogos, cirujanos, urólogos y odontólogos, acompañados por un grupo de apoyo logístico. Su base de operaciones en el norte es la localidad de Charata y los viajes se organizan de tal forma que los especialistas puedan participar en su tiempo libre o vacaciones, y con una distancia prudencial entre uno y otro para no sobrecargar a nadie y además porque suelen requerir un despliegue considerable que necesita gestionarse con tiempo. Además, Cuerpo y Alma trabaja en conjunto con el sistema de salud provincial, con profesionales contratados por la misma asociación y con centros asistenciales de Buenos Aires, Resistencia y Santiago capital. Todo este equipo aporta para que, una vez terminado el impacto, cada paciente pueda seguir con su tratamiento y la asistencia que requiera según su caso.
En la actualidad Cuerpo y Alma cuenta con 550 médicos y odontólogos; ha atendido más de 30000 consultas; elaborado más de 2400 pares de anteojos, realizado más de 3600 papanicolaous, entregado más de 6000 cepillos y pasta dental y brindado educación para la salud a más de 15 escuelas rurales. Pero más que de números, estamos hablando de historias; de vidas que fueron afectadas; de personas y familias, acostumbradas a ser descuidadas e ignoradas, que fueron asistidas en su salud, pero que también recibieron apoyo y contención emocional.
Actualmente, una de las mayores preocupaciones de la asociación es la niñez. Para ellos es fundamental lograr generar conciencia, forjar hábitos saludables y detectar, tratar y prevenir enfermedades a edades tempranas.
Todo el trabajo de Cuerpo y Alma es gracias a los voluntarios, y a las donaciones de quienes entienden que su causa merece ser apoyada. Desde sus comienzos hasta el día de hoy, nos ha demostrado (y sigue haciéndolo) que amar, servir, ayudar y asistir a otros no es una cuestión de tiempo, sino de voluntad. Cada uno de sus miembros es la evidencia viva de que la inspiración y la motivación por si solas no son suficientes, sino que deben empujarnos a tomar una decisión. ¿Estamos dispuestos a revisar nuestras agendas y a hacer algunos ajustes para disponer de algo de tiempo para darle a los que más lo necesitan?
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📞 (54-11) 5256-4331
📧 contacto@cuerpoyalma.org.ar